Practicar inline-skate junto al río Mosela, seguir la orilla en canoa o dar una vuelta en hidroavión: el barrio de Andel es ideal para los aficionados a las vacaciones activas y los deportes. En medio de un frondoso paisaje forestal murmura en Andel el arroyo Goldbach. En sus aguas transparentes se solían encontrar pepitas de oro. Incluso hoy vale la pena pasear por su orilla, aunque ya no sea probable que vaya a encontrar oro ... La fuente Goldgräberbrunnen, en el centro de la población, es un testimonio digno de ver de la fiebre del oro en Andel. No es casualidad que el viñedo más conocido se llame «Andeler Goldschatz», el tesoro de oro de Andel.
La iglesia del siglo XII recuerda a siete laboriosos ciudadanos de Andel que construyeron ellos solos este edificio. Incluso el elevado peso de hasta quinientos kilogramos de las vigas de madera de roble no les impidió utilizarlos en la torre y el armazón de campana. El ejemplo más reciente del espíritu pionero de Andel es el único faro del Mosela que adorna la orilla del río desde 2004.