Generalmente, los viñedos toman sus nombres de las poblaciones a las que pertenecen. En el caso de Braunberg ocurre al revés. El anterior pueblo de Dusemond se convirtió en el año 1925 en Brauneberg. De esta manera tomó el nombre de su viñedo más famoso, el «Brauneberg». El pueblo y el viñedo forman una unidad desde la época de los romanos, tal como lo demuestra uno de los lagares romanos más antiguos del siglo II situado en Brauneberg.
Francos, merovingios y Thomas Jefferson
En el año 588, la localidad de Brauneberg es citada por primera vez en un documento. Entonces, el rey franco Childeberto II hizo donación de la propiedad de la corona de Dusemond (el nombre de la población hasta 1925, Dusemond = lat. dulcis mons = montaña dulce) por su buen vino al episcopado de Verdún, que no poseía viñedos propios. Así se inicia una tradición vinícola de la que todavía se enorgullecen los habitantes de Brauneberg. Comparten su afición a este vino tan especial con el Príncipe Carlos de Inglaterra y muchas otras celebridades. El antiguo presidente estadounidense Thomas Jefferson, al igual que Napoleón, disfrutó tanto de este vino real como lo han hecho muchos otros sibaritas hasta nuestros tiempos.