Las iglesias, los monasterios y las capillas constituyen una estructura típica de la región turística de Bernkastel-Kues, que se ha ido desarrollando a lo largo de varios siglos y sigue jugando un papel fundamental en nuestros días. Además, son testimonios de una religiosidad profundamente arraigada. Así, muchas de las demarcaciones administrativas actuales se remontan a los distritos o instituciones eclesiásticos. Estos cubrían el país como una red desde la primera Edad Media. La parroquia de Kleinich es un buen ejemplo.